¿Qué Tipo de Tratamiento Debo Cumplir si Sufro de Acné?

Sufrir de acné puede ocasionar en las personas serias alteraciones cutáneas, por lo que un adecuado tratamiento de acné en Bogotá le puede ayudar a controlar la producción de grasa, aligerar la renovación de las células dérmicas, reducir la inflamación y combatir la infección, todo con el propósito de evitar que deje cicatrices en la piel.

El acné es considerado una infección epidérmica que se exterioriza cuando los folículos pilosos se tapan por la producción excesiva de grasa y células cutáneas muertas, que dan paso a los comedones, puntos negros, granos, quistes y cicatrices; estas lesiones hacen proliferar bacterias que quedan atrapadas en los poros, desencadenando fuertes infecciones.

Este padecimiento de la piel regularmente aparece en el rostro, el pecho, la parte superior de la espalda y los hombros, ya que en estas zonas del cuerpo se concentran en mayor proporción las glándulas sebáceas y estas, a su vez, están conectadas a los folículos pilosos.

La formación del acné se inicia cuando la pared del poro se inflama y se origina el comedón, que es un grano sebáceo que puede estar abierto a la superficie y que, al oscurecerse, se convierte en un comedón cerrado (espinilla negra), y es allí cuando el poro se llena de bacterias y grasa. La obstrucción e inflamación que se produce en lo profundo del folículo piloso puede dar lugar a los nódulos, que son quistes de mayor tamaño y muy dolorosos.

Las manifestaciones clínicas del acné se presentan con varios tipos de lesiones, incluso, un mismo paciente puede sufrir ocasionalmente la combinación de varias de ellas.

Clasificación del acné

Existe una variedad de clasificaciones del acné y aquí nos referiremos a la tipología según las lesiones que producen.

No Inflamatoria

Comedones o espinillas: es la lesión básica del acné, que consiste en un poro tapado e hinchado.

• Abiertos o Puntos Negros: estos se originan cuando la grasa tiene contacto con el aire, provocando una oxidación que lleva a un oscurecimiento de la parte superficial del comedón.
• Cerrados o Puntos Blancos: este tipo de acné se forma debajo de la superficie de un poro, al acumularse grasas y células muertas, son de dimensiones grandes y difíciles de extraer.

Inflamatoria

• Pápulas: son protuberancias rojizas, infectadas por la bacteria Propionibacterium acnés, creando inflamaciones muy dolorosas. Cuando en la superficie de la piel se aprecia un gran número de pápulas puede considerarse como un tipo de acné moderado.
• Pústulas: son pequeños quistes enrojecidos e inflamados que se pueden apreciar con puntos blancos o amarillentos, que es producto del folículo infectado. Las pápulas y las pústulas, a menudo, se forman juntas y cuando hay un número considerable de ellas se puede estar ante un acné severo.
• Quístico o Nodular: esta formación sucede cuando la inflamación se produce a un nivel más profundo e involucra varios folículos pilosos, son de tamaño más grande y de consistencia compacta que, luego de sanadas, en la mayoría de los casos tienden a dejar cicatrices.

Tratamiento

Las recomendaciones terapéuticas para el acné estarán sujeta de acuerdo con la expansión e intensidad de la patología, tipo de piel, edad, estatus hormonal, estilo de vida y los antecedentes clínicos del paciente. Es preciso que el paciente sea evaluado por el especialista, quien determinará, de acuerdo con el nivel de gravedad de las lesiones, el tratamiento a suministrar al paciente, que puede consistir en medicamentos de uso tópico, antibióticos orales o inyectados o en los casos muy severos realizar procedimientos quirúrgicos.

En este sentido, el especialista en dermatología realizará la evaluación y determinará cuándo considerar al acné como una enfermedad leve, moderada o severa, ya que estará relacionada con la cantidad de poros que se encuentren tapados.

Sugerencias

Para controlar y reducir el impacto que ocasiona el acné en los pacientes, se debe tomar en consideración las siguientes recomendaciones que ayudarán a disminuir la gravedad de las lesiones:

• Cumplir con una rutina diaria de higiene facial.
• Activar la circulación de la sangre a través de la realización de rutinas de actividad física, esto ayudará también a eliminar toxinas.
• Ducharse inmediatamente después de realizar actividad física.
• Mantenerse hidratado.
• Utilizar medicamentos o productos indicados por el dermatólogo.
• No frotar la piel afectada.
• Evitar la aplicación de cosméticos y productos que contengan alto contenido de grasa.
• No tocar y hacer presión en los granos o quistes.
• Una vez sanadas las heridas, se puede iniciar el tratamiento para eliminar las cicatrices.
• Cumplir con una dieta balanceada.

En consecuencia, ante la aparición de las primeras erupciones se recomienda buscar ayuda especializada para iniciar de inmediato el tratamiento de acné en Bogotá y de este modo controlar y minimizar los riesgos de padecer este problema que, al agravarse, desencadena las consecuencias físicas ya descritas, además de problemas emocionales como baja autoestima, depresión, ansiedad, complejo, aislamiento, temor de lucir una apariencia desagradable, entre otros indicios que trastocan la calidad de vida de quienes lo padecen.

Por su parte, el papel que desempeña el especialista es vital, tanto en el aspecto terapéutico como en el trabajo de captar y orientar sobre las implicaciones que representa sufrir de este padecimiento y de este modo contribuir a mejorar la salud de la piel y optimizar el estado anímico del paciente.

Si está observando la aparición de los primeros comedones o espinillas, o ya sufre de acné, es el momento de consultar a la Dra. Vanessa González, reconocida dermatóloga clínica y estética, quien en la primera consulta realiza la valoración de cada caso para administrar el tratamiento de acné en Bogotá y, de esta forma, controlar y reducir el impacto que ocasiona esta afección en los pacientes.

¡No lo piense más! Agenda su cita o comuníquese por el +57 310 307-9269 para su consulta de evaluación dermatológica con la Dra. Vanessa González y ponga la salud de su piel en buenas manos.

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